sábado, 11 de junio de 2016

LO IMPOSIBLE NOS PREPARA PARA LO POSIBLE

Cuando hace unos días contaba a un grupo de niños de segundo de primaria el cuento de “El medio pollito”, en el momento en el que la vecina decido no comerse su medio pollito y lo deja libre el el corral, muchos de ellos abrieron los ojos tanto que parecía que la imagen del medio pollito, aunque en principio no es muy grande, no les cambia en a través de las retinas.

Y posiblemente era la primera vez para muchos que imaginaron un medio pollito moviéndose, escarbando en la tierra del corral y VIVO! Podríamos a simple vista pensar que es un absurdo esto de un medio pollito, incluso muchos de estos niños prerracionales que ya hacen sus pinitos en el mundo lógico y deductivo mantuvieron en sus mentes este pensamiento:


“eso es imposible”


Lo que aseguro es que, unos instantes después, la intuición de estos niños hizo un llamamiento a la inteligencia simbólica y dejaron a un lado la inteligencia lógica y matemática y en apenas unos instantes comprendieron lo que significaba un medio pollito y pudieron seguir la historia, identificarse con el protagonista, ser también ellos solamente una mitad y aún así llegar a recuperar su tesoro.


Son cientos las escenas, los hechos narrados en los cuentos que nos hablan de imposibles: muertos que reviven, cabezas cortadas que se unen otra vez al cuerpo, apariciones, desapariciones transmutaciones y un sin fin de magias.  Y seguro que también son cientos que desde una mirada superficial han llegado a pensar que:
“estos cuentos les llenan la cabeza de tonterías imposible y luego se llevan un chasco en la vida real”
Y dicen, así, todo lo contrario de la función final de estos “imposibles”. La intuición del hombre, desde hace miles de años, se ha encargado de sembrar las historias que son dignas de contar con ricas escenas llenas de imposibles, por varias razones:
- Lo más probable es que nos encontremos con situaciones no previstas y cambios inesperados que requieren de nuevos planteamientos e ideas.
- Nunca hay que dejar de imaginar y de soñar. La realidad de la sociedad la construimos en los pilares de nuestros sueños y con nuestro esfuerzo llegamos a hacer real lo que al principio únicamente eran imaginaciones.
- Nuestra mente tiende a crear patrones de conducta, a repetir esquemas rígidos de acciones que en principio nos sirvieron para lograr lo que necesitábamos y que luego esos patrones o esquemas se instauran como parte de nuestra psique; tanto que llegamos a pensar que “somos así” y terminamos por identificarnos por completo con estos patrones. Y al final decidimos que “es que yo soy así, y no puedo cambiar.” Esto es lo que conocemos como resistencia al cambio. En psicología se suele decir que cualquier cambio suele ser mejor que ninguno, cuando se tratan neurosis. Y los cuentos nos llenan con imágenes de imposibles, de cambios inesperados, de situaciones en las que todo parecía ya determinado y en un momento todo cambia de nuevo. En definitiva, los imposibles de los cuentos vienen a ser antídotos de los patrones de conducta neuróticos de nuestra psique.


- La vida, en sí, es puro cambio. Hablar de lo vivo, es hablar de lo que cambia. Cuando se trata de ayudar a un hombre a prevenirse y adaptarse a los cambios de la vida es evidente que no podemos decidir hacerlo con ideas fijas, con proyecto o leyes inviolables, con argumentos que no se pueden rebatir, con situaciones que no cambian nunca. Para prepararnos para los cambios que nadie sabe por donde surgirán la mejor manera de hacerlo es a través de imposibles, de cambios inesperados, de situaciones inverosímiles, de hechos que están más allá de la comprensión lógica y deducible.
- Y por supuesto, con todo y con eso, se debe de ser coherente. No encontraremos en los cuentos maravillosos imposibles incoherentes. Simbólicamente, estas escenas mágicas tiene coherencia con los mesajes que se transmiten en el cuento.



Ante la vida, preparate con mágia.

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